martes, 6 de abril de 2010

BOLIVIA - En la selva por Rurrenabaque

Esta historia también tenía ganas de compartirla. Además, cómo suena lo de la selva, ¡eh! jajaja. En realidad suena mejor de lo que es. No digo que no mereciera la pena, pero quería más jungla, más animales, más machetes cortando la maleza, jejeje.

El lunes, me fui de La Paz a lo alto de una montaña a unos 4.000 y pico metros de altitud. Allí me esperaba el camino de la muerte (Death Road). Una carretera aun activa cada vez con menos tránsito que lleva su nombre por su alta peligrosidad y número de muertes que ha ocasionado. La bajamos en bicicleta de montaña. Un sufrimiento para las muñecas, pues está llena de rocas, piedras y huecos. Ese día llovía ligeramente, pero lo suficiente como para hacer que tras 30 minutos estuviera mojado de arriba a abajo. Hasta con agua dentro de mis zapatos. A lo largo del camino hay cascadas que incluso caen en la misma carretera haciéndola aún más peligrosa. Las vistas son espectaculares, aunque las nubes impidieron que se viera mejor el barranco y la enorme altura.


Bajamos de 4.000 a 1.000 metros en sólo unas horas. Abajo nos esperaba una buena comida y una ducha. Aquí el clima ya es muy diferente. En La Paz, ciudad de altura, hace fresco, pero ya en Yolosa, lugar donde terminé, el clima es tropical. Mosquitos, calor y humedad.

Al día siguiente martes partía a Rurrenabaque. Justo antes de salir me encontré de nuevo con Ioné y Grilma (los canariones con quien había tropezado varias veces en mi camino). Mientras esperaba la guagua estaba con 3 alemanes muy simpáticos que pensé podrían ser mis futuros compañeros de viajes, pero "el camino" decidió que fueramos por lados diferentes. Y recuerden que a "el camino" no se le discute. Él manda.

Ahora me esperaban 14 horas de guagua, pero no como las de Argentina, aquí son 4x4 porque van por el camino de la muerte II. Vaya viaje terrible. Por el día disfrutas de la peligrosa vista, pero ya por la noche no hay quien duerma. Bocina en cada esquina para avisar en las curvas y saltitos que te despiertan cada 5 minutos..."qué noche tan hermosa".

Ya al día siguiente miércoles no había tiempo que perder. Llegué a las 7.00 AM y mi tour salía a las 9.30. Desayuné algo (batido de frutas - papaya y naranja, lo mejor - y sandwich de queso. Todo en el mercado municipal, es lo que más me gusta y barato, como no. Gasté 1,5 euros creo).

Nos esperaba otro agradable viaje por camino de piedras, 3 horas más dando saltitos. Tenía la barriga donde los riñones, los pulmones donde el hígado y el ...., no, eso en su sitio, jajaja.

Me esperaban 3 días y 2 noches en una selva amazónica (zona norte de Bolivia). La aventura comenzó en una canoa de madera muy larga donde íbamos unas 6 personas y el guía. Mi grupo era una pareja (Holanda y Austria), un inglés, un irlandés y dos chicas belgas. Todos muy callados al principio, pero poco a poco nos fuimos soltando.

Navegábamos por el río Yakuma. Ya el primer día pudimos ver los famosos delfines rosados. Llamados así porque debido al color del agua parecen tener ese color. En seguida se animó el holandés y detrás el resto. ¡Al agua a nadar con ellos! Aclarar que bien sabía entonces que en esas aguas habían pirañas, caimanes y anacondas, pero si el guía decía que se podía, entendíamos que no había peligro y además los delfines comen pirañas, jejeje. Los pink dolphins no se dejaron tocar, son algo tímidos, pero poco a poco se acercaban y se dejaban notar con su respiración fuera del agua y sus aletas.


Continuamos al campamento. Unas cabañas junto al río y en medio de la selva nos esperaban. Un descansito del viaje ¡y al bar!. ¡Sí! un bar junto a un prado con campo de fútbol y volleyball. Un bonito atardecer compartido con el resto de grupos que había en la selva. Fuimos en barca como quien va en coche y un cartel en medio del río avisaba del lugar del bar. Muy curioso.

Por la noche, tras la cena, fuimos a ver los ojos de los caimanes a la luz de nuestras linternas. Bonito espectáculo y además con luna llena (casi casi..).

Al día siguiente fuimos en busca de las anacondas. Nos calzamos unas botas de agua para caminar por las zonas pantanosas y ¡al bote!. Al llegar, ummmmm, qué bien, mi bota derecha tenía un agujero. Se lleno de agua estancada y barro podrido y así, seguí caminado. No hubo suerte, la serpiente estaba bien escondida. ¡Qué rabia! mira que tenía ganas de ver una. Pero no pasa nada, la vuelta estuvo llena de otros muchos aimales: monos, águilas, buitres, tucanes, papagayos, tortugas y especies que ni conocía. Por lo visto esta reserva alberga el 90% de las aves de todo Bolivia.

A la llegada al "ecolodge" (así llamaban al campamento) nos estaba esperando Frederick, un tranquilo caimán que solía descansar en la orilla. Era pequeño, pero suficientemente imponente. Aún así nos dimos un baño ahí mismo, eso sí, siempre con el ojo puesto en él por si se movía, jeje.


Ya el último día fuimos a pescar...¿pescar qué? jejeje. Las pirañas. Un poco de ternera, un anzuelo y al agua, yo no, el anzuelo, jajaja. Pesqué una, pero ya saben: "pezqueñines no, gracias" Así que al agua. Todas eran muy pequeñas, nos falto ver las grandes. Lo que más quería ver, pirañas y anacondas, no fue posible. Al menos el little caimán sí.

Detalles que imagino os interesan. ¡Sí! había cama, ducha y baño, en plan bien, sin lujos pero se podía sentar uno cómodamente. Eso sí, mientras estás ahí concentrado en lo tuyo tienes que ir eliminando mosquitos. ¡¡Vaya plaga!! Yo, gracias a mi "vella" capa protectora fui de los menos perjudicados, pero los guiris blanquitos del norte acabaron acribillados, todo un Picasso en la espalda.


La excursión a la selva costó 450 Bs (45 euros) y la bajada en bicicleta 420 Bs. (42 euros). ¿Cómo es posible esa diferencia). La selva eran 3 días a pensión completa, con guía y transporte...No tiene sentido. Creo que nuestro guía cobraba algo como 60 euros al mes y les aseguro que no tenía fines de semana libre. Viva la explotación y nosotros por apoyarla.

A la vuelta, ya viernes, pasé una noche en Rurre, queríamos tomar algo esa noche, pero era Semana Santa y prohibido vender alcohol (cerveza). Eso sí, si pedías ron cola no pasaba nada. Dependía del bar, pero vamos, que lo pusieron complicado. ¡Ay con estas normas religiosas sin sentido! Yo no creo en Dios, ¿por qué me obligan a seguir su religión/costumbre?. Quien no quiera beber que no lo haga. A mí déjenme en paz.

La mañana del sábado me levanté y decidí volver. Algunos volvían en avión (55 euros, aeropuerto de batalla) y otros pocos, como yo, en guagua.

El domingo eran elecciones regionales y eso había que tenerlo en cuenta, pues se paraban todas las movilidades. Pero claro, no creas que avisaron de forma correcta. Mi querido y muy mentiroso conductor, no hizo más que tomarle el pelo a todo el pasaje, bolivianos incluidos. A los cuales, con mucho respeto diré, que les falta algo de sangre en el cuerpo. Casi ni les molestó pasar unas 20 horas en esa miércoles de bus y dejar que aquel señor nos dejara tirados en la entrada a La Paz. Según él, 20 minutos a pié. Según otra gente 1 hora y según constaté luego, más que todo eso seguro.

Estábamos tirados, los bolivianos y los extranjeros (cuatro ingleses, un americano, una holandesa algo loca que me debe 30 Bs. - allá ella con su karma - y yo). El chófer nos había quitado los tickets para que no pudiéramos reclamar y se escondía en la cabina para que no le moléstáramos. Tras pasar unas horas, muerto de frío, durmiendo en la guagua, amaneció y nos dispusimos a caminar. Estaba prohibido cualquier vehículo en La Paz. De camino pasamos por una comisaría y la holandesa decidió actuar y decir que estaba muy mal. Un papel genial que resultó en un transporte para todos los extranjeros a manos de la policía. Por supuesto sabemos que la gasolina no es barata aquí, así que nos rogaron una pequeña colaboración para poder pagarla. En total 10 Bs. cada uno (unos 6 euros en total. Es poco, pero aquí parece más, sobre todo cuando es la policía quien lo pide. Abajo está la prueba, jeje. Saqué una foto).


Por fin estábamos en La Paz, un buen hostal (Point less), un sofá y a descansar del largo y duro viaje.

Llevo 2 días aquí y mañana toca continuar el camino. Pronto les contaré que tal.

8 comentarios:

  1. Genial!!!!!!Disfruto muchisisisimo con tus relatos y tus fotos son preciosas, y el complemento perfecto para tus lineas.
    Estas un pelin delgado. Pero se te ve contento y sobre todo satisfecho.
    Espero con ansias tus proximas lineas!!!!!

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  2. Ya, he perdido peso, pero te juro que como. Por cierto, ¿quiéne eres? ¿Mamá? jajaja.
    No en serio, si prefieren anónimos ok, pero me gustaría saber quien me escribe.
    Saluti.

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  3. Nos tienes sorprendidos con tanta aventura. Ten cuidado con el animal más peligroso de la tierra: El hombre. Las pirañas y las anacondas al lado suyo son nanerías. Besos. Pa y ma.

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  4. Carlitos y su camisa a cuadros7 de abril de 2010, 4:29

    Como vas de pasta?
    Te queda mucho viaje?
    Vaya películas!

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  5. De pasta en orden, todo bajo control. ¿Cuándo te vienes aquí?
    Sí, queda viaje..¡¡vamonos!!

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  6. ese es mi pablito,tal y como t dije, si es q desde q te conoci sabia q estabas loco,pero envidio tu locura ojala fuera yo asi de loco.jejejej.me alegro d q estes bien aunque es cierto q estas mas delgado pero no me preocupa porque por lo q veo estas haciendo bastante ejercicio.q sepas q te sigo aunque no t lo creas es q porfin ya tengo internet,ahora ya podre comunicarme mas,pero tranquilo tito pablo q yo t quiero muxo,q ya tu hermana me lo dijo.jejeje.pues lo dixo preocupate de ti mismo y te cuidado no abuses de la confianza q lo desconocido sorprende.un abrazo jariri!!!!

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  7. ¡¡Ese es mi Antrax!! Un abrazo pequeño aprendiz de saltamontes cojo.

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  8. superrrrrrrr , me voy la proxima semana a bolivia, y are este tour para nadar con los delfines rosados.Me podrias decir cuanto se demora desde la paz a rurenabaque y desdes ahi al parque? te los agrdeceria mucho , :D

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