Planeando ya mi escapada de Costa Rica había que pensar como siempre en un destino. Había oído hablar de un lugar llamado San Juan del Sur, bueno para surfear y tranquilo. A mí con que tenga mar ya se lleva el 80% de la puntuación.
Armamos maleta, al hombro y a la carretera. Esta vez me acompañaba una chica israelí que conocí en el hostal. Ella iba al mismo destino y así no iba sólo y dividía gastos (la pela es la pela). Son las excusas que hacen que tengas un nuevo amigo en el camino. Todavía no he viajado con alguien que me caiga mal, siempre acabo con gente que me gusta o con la que lo paso bien.
San Juan del sur está en el lado Pacífico muy cerca de la frontera con Costa Rica. El viaje fue en bus claro y duró unas 5 horas creo recordar. Aunque se alargó por las esperas en la frontera.
Nicaragua con más de 5.000.000 de habitantes es el segundo país más pobre de América latina después de Haití. En los sitios que yo estuve no percibí esta triste realidad, pero bien cierto fue que en la capital Managua las advertencias de peligro fueron varias por parte de la gente local. Ya saben, a veces pobreza = delincuencia. De hecho como más tarde comprobé, el hurto a extranjeros es algo común y extremadamente hábil y rápido. En Managua, según llegamos y en la misma "estación" de buses, delante de nuestros ojos y sin tiempo a reaccionar, le quitaron los pendientes a una chica que iba con nosotros. No le hiceron daño, mas un ligero tirón y el susto que ello conlleva.
Una vez pasada la frontera nos subimos en uno de esos populares chicken bus (buses escolares americanos). Lo divertido es ver como decoran dichos buses, sobre todo con temas religiosos (Jesucristo te ama. Jehová es el camino, etc.) o en mi caso simplemente con un televisión con videos musicales de mis favoritos (Cumbias y no se que más.. Seguro conocen, tipos feos y gordos con sus mejores galas y al lado mujeres espectaculares en bikini bailando con todos ellos. La comedia del año).
Al llegar a San Juan busqué rápido el hostal que me habían indicado ("Casa Oro"). Tours de surf, buen ambiente, un estupendo bar, unos precios muy económicos y gente que ya había conocido por el camino me esperaban allí. Todo esto hizo mi estancia en este lugar de lo más agradable.
Decidí tomar una clase de surf por mejorar mi técnica. Vamos, que no tenía ni idea y quería que alguien me diera las nociones básicas. A ver, que soy de una isla y mi compromiso con el mar me obliga a practicar todo deporte acuático.
Pues ale, como ovejas al furgón, el rebaño estaba listo para limpiarse la lana en el Pacífico.
No había demasiado que hacer en San Juan del Sur. Surf y playa. El tiempo no nos acompañó en lo que estuve allí. Malas olas y días nublados. Bien, habrá que pensar en cambiar. Eso de tener el culo quieto siempre me costó.
Casi sin querer se formó un grupito para ir a Ometepe, una isla en el lago Nicaragua, muy cerca de donde estaba, que se conocía por sus dos volvanes y su rica vida natural. Así nos embarcamos en una nueva aventura mi nuevo grupo de amigos (Laurent - Bélgica, Noah y Yael - Israel y Ruth - Irlanda), más dos chicas de Canadá y Francia que trabajan como profesoras en la isla.
Por 7 $ conseguimos una bonita habitación para cinco con vistas al lago y junto a un parque natural. Allí nadamos, alquilamos kayaks y caminamos escuchando y viendo a los monos aulladores.
Otras de las activades típicas era subir a uno de los volcanes. Uno de ellos, llamado Maderas tiene una laguna en su interior y eso tenía pinta de ser interesante. La caminata duraría unas 4 horas de subida y 3 de bajada. Qué grave error de cálculo!! Una pareja que iba con nosotros retrasó a todo el grupo y el guía cumpliendo con su trabajo tenía que esperarlos. Al principio no era un problema, pero cuando nuestro guía comenzó a parar cada 15 minutos haciendo perder el ritmo y alargando la subida ya empecé a perder un poco la paciencia. Pero nada comparado con la eterna bajada que estimada en 3 horas duró 5 horas cayéndonos la noche encima y sin linternas. No recomiendo la subida a tal volcán, es larga, dura, siempre bajo los árboles y sin la oportunidad de disfrutar del privilegio de estar tan alto para ver la hermosa vista (sólo había un mirador).
Nos habíamos ganado la cena. Pescadito del lago.
Al día siguiente algunos se iban y tres nos quedamos. Decidimos ir al Ojo de Agua, un lugar semi-natural que se conoce por sus critalinas aguas; para luego terminar en la playa de Santo Domingo.
Mi siguiente destino no estaba nada claro. Había oído hablar de Granada, un bonito pueblo junto al lago también y León, algo más al norte y popular por sus volcanes. Como ven es obvio quien puso nombre a estos lugares...
Pero fue otro el camino que decidí tomar. Laurent, uno de los que allí estaba conmigo me habló de unas islas llamadas Corn Island, en el Caribe. Sonaba bien. Eran dos islas, Little Corn y Corn Island. Ambos lugares tranquilos e incluso en la más pequeña ni si quiera habían coches ni casi bicicletas.
Llegué a Managua y al día siguiente tenía billete. Lo bueno es que los precios no varían, son siempre los mismos y los horarios también, uno a de mañana y ottro de tarde. En el mismo aeropuerto conocimos a dos chicas de España con las que hicimos buena amistad durante nuestra estancia. Así mismo, mi amistad con Laurent, el chico belga se reforzó congeniando más de lo que incialmente hubiera pensado.
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Ese Binter Canarias... |
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Vista de Big Corn desde el avión |
Nos quedamos en un hostal frente a la playa. Se llama Cool Spot y ofrece unas cabañitas ,muy agradabales con baño privado o compartido. Además tiene un buen bar y un personal de lo más agradable.
El tiempo no nos acompañó demasiado. Lluvia intensa, pero corta. Afortunadamente la temperatura era agradable y podía ir uno en bañador todo el día. En mi caso no usé ni chanclas en casi toda mi estancia, casi siempre descalzo por toda la isla.
Como bien dijo mi amigo allí, esta es la posición común en Littel Corn o por lo menos fue la nuestra. Nos pasamos cinco días sin hacer nada: comer, cag... y dormir.
Bueno y beber, que si no te deshidratas, jajaja.
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Rosa, el loro del hostal |
Y por supuesto, siguiendo con las buenas costumbres, mi afición a "cazar" cocos no cambió y menos en una isla plagada de cocoteros. Aún así no debo ser el único porque para la cantidad de plameras que había, eran pocos los cocos que se encontraban en el suelo. Pero eso nunca hubiera sido un problema para Mc Gyver, alumno predilecto mío. Por tanto me introduje con éxito en mi primer curso de escalada de palmeras:





E igual que siempre, todo esfuerzo ha de tener su recompensa. Abrí y me comí el coco, pero eso es poco, había que celebrarlo por todo lo alto. Toma langosta al aljillo!! jajaja (Silvia, Diana, les guardé el caparazón)
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Langosta al ajillo |
Estas pequeñas islas son otro paraíso poco conocido. Sí popular entre submarinistas debido a su económico precio y belleza y donde es posible nadar con tiburones. Por mi parte me quedé con la paz y su gente algo tímida, pero agradable.
Además fue destino del último rodaje del reality show "Supervivientes" (España e Italia), terminado justo cuando yo estuve por allí, pudiendo ver algunos restos del personal abanadonándo la isla después de unos cuatro meses. Los "supervivientes" dormían en los cayos y el equipo aproximado de unas cien personas en Big Corn.
Tocaba la vuelta a Managua y pensar en mi siguiente destino. De nuevo no sabía donde ir. Tal vez El Salvador, dicen que hay buen surf y ahora que tenía mono quería aprovecharlo.